jueves, 9 de julio de 2009

Justicia y mascaras


La falta de un órgano que imponga y custodie unas reglas con autoridad provoca sufrimiento, dolor, abuso, injusticia.

El hombre se unió en sociedad con el único objetivo de defender sus propiedades (tanto materiales como la vida) y renunció a parte de sus libertades por una considerable seguridad. Algo nos pasó por el camino pues no tenemos más que las cenizas de la teoría. Tenemos los remiendos de la parodia.

No tenemos nada.

Hoy día, nos permitimos el lujo de dudar y discutir sobre lo que esta bien y esta mal. Ahora un hombre que viole salvajemente a una niña de escasos años ya no es un criminal, sino un enfermo. Ahora un drogadicto que atracó y asesinó a una pareja por unas miseras monedas es considerado una víctima de la sociedad, del sistema. Hoy por hoy, un político corrupto no dimite, (no solo eso, sino que sigue saliendo reelegido)

Mientras bandas de asesinos profesionales irrumpen en viviendas violando y tomando como suyo lo que es de otro y la noche se ofrece como sacrificio a jóvenes que lo tienen todo en esta vida y que tan solo les queda destruir para aplacar el aburrimiento un ejercito de burócratas y parásitos velan porque todos aquellos que se aprovecharon en alguna ocasión de alguien como tú puedan gozar de "otro punto de vista". Pensiones, pequeños subsidios, juicios que no llegan nunca y los siempre oportunos informes psicológicos o psiquiatricos presentados al Juez de turno argumentando que los criminales están locos.


NO hay solución alguna. NO queda esperanza pues todos defienden la teoría de que esto.. es lo mejor que tenemos...


...lo triste sería que tubieran razón.